¿Tu hijo aún moja la cama?
Al igual que los adultos, los niños también pueden sufrir alteraciones de la micción, incontinencias urinarias (Enuresis) y fecales.
El principal síntoma es la pérdida involuntaria de orina y el estreñimiento.
En la mayoría de los casos la incidencia disminuye conforme el niño va creciendo. Se puede deber a que el niño está profundamente dormido y no se despierta cuando la vejiga se llena, por alteraciones del sueño o por estrés.
Sí se ha podido evidenciar que los niños con situaciones familiares complicadas como divorcio de los padres, hogares desestructurados, o familias con pocos recursos económicos tienen más probabilidad de padecer Enuresis.
Para poder evitarla, es necesario crear unos hábitos en el niño para controlar la micción e intentar evitar recurrir a “trucos” como el del agua para estimular las ganas de ir al baño, ya que con esta técnica podemos ocasionar incluso ya en el adulto una “incontinencia urinaria sensorial”.
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