Embarazo en Movimiento
En ISP defendemos que las mujeres embarazadas pueden y deben realizar actividades físicas siempre y cuando no exista ninguna contraindicación ni para ella ni para el bebé.
Restringirse una misma sin justificación el ejercicio es un error que aún mantenemos en la sociedad porque tendemos a pensar que una mujer embarazada está en una situación delicada y que debe evitar cualquier sobreesfuerzo físico.
Esto, repetimos, es un error.
A partir del primer trimestre, que es cuando más cuidado debemos llevar, se recomienda iniciar la actividad física. Desde la fisioterapia se busca el MOVIMIENTO, la libertad y la fluidez en todos los recorridos articulares y musculares de la pelvis para facilitar así el descenso del bebé y el parto.
Es muy importante realizar ejercicios que abran los estrechos de la pelvis, relajen la musculatura así como los tejidos blandos.
En nuestros grupos reducidos y supervisados por fisioterapeutas especializadas de EMBARAZO EN MOVIMIENTO se trabaja de forma global todo el cuerpo, se realizan ejercicios de concienciación de suelo pélvico, se practican diferentes respiraciones, se trabaja la musculatura abdominal y se tonifica tren superior e inferior. Para las mamis primerizas esto último quizás no lo vean tan necesario pero para las mujeres que ya han pasado por un trabajo de parto saben que una buena resistencia física así como un buen tono muscular es clave para aguantar tantas horas.
Además de los grupos, en ISP realizamos 3 valoraciones a la embarazada de forma individual. En estas valoraciones se comprueba la elasticidad y el tono de la musculatura, la posición del bebé y se indican los mejores ejercicios para cada una de ellas.
También enseñamos a realizar el masaje perineal en las últimas semanas, a la embarazada y a la pareja para poder practicarlo en casa y facilitar así la dilatación de la musculatura y evitar en todo lo posible la episiotomía.
¡Ánimo mamis!